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Últimas noticias, con dedicatoria

Hay una canción de la que misteriosamente me acuerdo cada vez que pasa algo bastante cabrón. La letra es una salvajada, pero para eso está la canción. Creo que a más o menos a todos los que hemos escuchado esta canción nos entra la curiosidad por saber quién fue ELLA. De todas maneras, es tan expresiva que se puede dedicar muchas veces, tantas veces como haya gente que va haciendo cabronadas, a ellas y ellos por igual.

Y teniendo en cuenta las últimas noticias a nivel laboral, ahí va dedicada esta canción. Cámbiese la letra donde corresponda.

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Cómo hacer la lista perfecta, de Diego Manrique

Estamos en temporada de listas y más listas: canciones, discos, películas, libros… Y Diego Manrique, en El País, escribe lo siguiente.

 

Estos días son ¡humillantes! Medios y opinadores ofrecen sus rutilantes selecciones de lo mejor del año. Pero un servidor se siente in-ca-paz. Culpa propia, desde luego, por vivir en medio del caos y por seguir esos impulsos promiscuos que llevan a escuchar indiscriminadamente música pretérita y contemporánea, marginalidades y llenapistas. Uno envidia la existencia ordenada de los colegas, su visión de aguilucho para escudriñar lo publicado en los 12 meses previos, su aplomo para entronizar discos que todavía no han sedimentado.

Debe haber truco, me digo. Cierto: analizando esos resúmenes, se advierte cierto método, se evidencia su lógica interna, se adivinan razones íntimas. Ahora, pongámoslo en práctica, confeccionando una lista con 10 discos. Estas serían las claves para acertar en cada puesto y marcar territorio:

– 1º La primera en la frente. El crítico es un gallo y cacarea cuando quiere, aunque desafine. Así que es bueno poner en la cumbre de la clasificación algo insólito, que incomode a los compañeros («¿cómo no se me ocurrió?») y deje a los lectores desconcertados: ¿realmente existe un grupo llamado And You Will Know Us By The Trail Of Dead? Sí, existe pero ojo con sobrestimar el nivel general de inglés: mejor algo inteligible, como Beach House.

– 2º El verdadero triunfador. Los chicos listos saben nadar y guardar la ropa. Se unen aquí al consenso, suma del zumbido mediático y el votando-con-el-bolsillo del público enterado. Atención: el segundo lugar evita el bochorno de que parezca que acabas de descubrir a grupos -Arcade Fire, Vampire Weekend- que ya triunfaron en años anteriores.

– 3º El solista ambicioso. En España se valora más a los grupos y tiene su punto apostar por un cantante. El elegido debe alejarse del modelo cantautoril. Urge inclinarse por los que usan arreglos atípicos: Sufjan Stevens, Sam Amidon, Joanna Newsom.

– 4º El drama personal. Las historias de aguante son imbatibles: proporcionan el calorcillo de una solidaridad difusa. Le funcionó al Johnny Cash crepuscular y en 2010 tuvimos la reaparición de Edwyn Collins, superador de un ataque que le quitó movilidad y capacidad de hablar (¡pero no de cantar!).

– 5º El veterano indestructible. Conviene mostrar que el escriba no tiene prejuicios edadistas. Aquí se acomoda a un histórico, preferiblemente huraño: si no ha caído disco de Tom Waits o Bob Dylan, se puede recurrir a Neil Young, Paul Weller, Nick Cave o The Fall.

– 6º El noble experimento. Algún trabajo más apetitoso sobre el papel que en su materialización final. Como el Scratch my back, temas ajenos deshuesados por Peter Gabriel, o I’m new here, el intento de sacar jugo al pobre Gil Scott-Heron.

– 7º Negro sobre negro. A estas alturas, nunca faltaba el rapero intimidante. Nadie se enteraba de lo que parloteaba pero, amigo, ¡sus construcciones sonoras! Dado que el hip-hop lleva una temporada de ensimismamiento, mejor optar por una freak tipo Janelle Monáe, algún adusto disco africano, o -¡perfecto!- la B. S. O. de Tremé.

– 8 Exijo mi medalla. Deliciosamente fraudulento: destacar un disco de jazz europeo o vanguardia dura. Supone atribuirse conocimiento de campos esotéricos; vas de farol pero nadie se atreverá a rechistar.

– 9º El producto nacional. Eternamente enfurruñado con la industria, el especialista aplaude a los guerrilleros que regalan su música en Internet. Puede optar entre, por ejemplo, el humor generacional de Los Directivos o las visiones de Pony Bravo.

– 10º El detalle populista. El plumilla pretende aquí demostrar que, aunque lo contradiga el resto del top ten, también pertenece a la raza humana. Lo hace proclamando una sospechosa pasión por algún superventas o ritmo popular. No vale el reggaetón -lo reivindican pinchadiscos foráneos de alto caché- ni tampoco Lady Gaga o Beyoncé: no sacaron disco en 2010. Siempre queda… Shakira. ¿Una boutade? En Estados Unidos, donde no entienden sus letras (¡ni siquiera las cantadas en inglés!), es tratada como una artista seria. Puede que sí pero en el género burlesque.


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Mixtapes, o cintas de varios

Mix tapes mark the moment of consumer culture in which listeners attained control over what they heard, in what order and at what cost«.

Matias Viegener, incluido en Mix Tape: The Art of Cassette Culture

Parece que hay un fantasma que recorre el mundo moderno. Y no es precisamente el comunismo, sino el fantasma… de las cintas de cassette. Y más concretamente, de las muy míticas cintas de varios (mixtapes en inglés). Esta entrada la empecé a pensar hace ya mes y pico, pero entre higos y brevas (¡visite nuestro bar!) lo he dejado en suspenso, dejando el blog en medio barbecho, copiando-pegando artículos y posts, y con un par de entradas para la sección Top 5.

Chicos, chicas, las cassettes están de moda, muy de moda. Y hay lámparas también.

¿Y cómo es esto de las mixtapes, preguntarán los más jovenzuelos? Pues, queridos míos, antes de las listas de reproducción del Spotify, de los MP3, e incluso antes de los CDs de varios, vemos las cintas de varios, una gran pieza de cultura contemporánea (que sí, de verdad, que hay hasta artículo ad hoc en la Wikipedia, y hasta se hacen cosas con ellas, como iri5 y su Ghost in the Machine). En mi caso, aparte de haber hablado sobre el tema con gente, en diciembre, a partir de sacarme el carnet de conducir, he tenido la necesidad de encontrar cintas (o hacerlas) para usarlas en el coche (¡Oh, cosas del destino! Dani Cabezas, el del blog Entrada Gratuita de 20minutos.es se encuentra ahora mismo en la situación, y ha hecho un concurso de cintas, que no tengo más remedio que promocionar, porque es una idea cojonuda). Y de hecho, en agosto hice mi segunda cinta de varios en menos de un año. Aunque tengo que decir que el resultado fue decepcionante, porque a pesar de ser una magnífica selección, el sonido no acompañaba, y la cinta se quedaba muda más de la mitad del tiempo. Así que al final he optado por comprarme la cinta con cable para poder conectar el iPoZ, e ir feliz y contento con el coche por las calles de Madrid y las carreteras de Castilla. Además, he descubierto otra cinta (que no sabía donde se había metido) con grandes éxitos de ayer y hoy, con Extremoduro, Reincidentes, Platero y tú, The Doors, Bob Marley, The Beatles… Aún no había leído a los ortodoxos de la materia. Pero molan esos viajes al pasado que dan esas pequeñas cosas de plástico duro, esos ‘joder, cómo podía escuchar con tanta pasión a XXXXX (ponga aquí el nombre de un grupo que ahora no escuche ni jarto’ vinos).

Gran anuncio de Kiss FM

Para estos que aún no captan lo bonito que era hacer una cinta de varios, varios puntos:

–          no había música por Internet. Disponías de la música que tuvieses. En CD… y en otras cintas. En muchos casos cintas que tenían algo debajo y que habías grabado algo por encima, y cintas con grabaciones de grabaciones. O con temazos de la radio. Sonido sin parangón. Y no tenías tantísima música. El problema que encontré haciendo un varios para mi hermano (hago de cuando en cuando para su coche)… es el exceso. El MP3 es excesivo. Según mi aTunes, en mi ordenador tengo (agregado al programa, claro), 4766 canciones. 12 días, 13 horas, 12 minutos y 53 segundos de música (si las cifras 12:13:12:53 que aparecen en la parte de abajo significan eso) a la hora de escribir esto, a 24 de octubre), y en el disco duro externo hay bastante más. ¿80-90 minutos teniendo 10 días? Uf, es difícil elegir, por puro exceso. Antes, había casos que por defecto. Y le daba un puntito… de dificultad al asunto.

–          Se necesita tiempo. Al menos una tarde. Porque no sólo es grabar (que 90 minutos ocupaba por cojones), sino porque hay que elegir las canciones, ponerlas en un orden, y además…

–          El Gran Reto: que la selección fuese lo más cercano a 45+45 minutos. ¿Qué se hacía si sobraba espacio? ¿O faltaba? Pues nada, o dejabas una canción a medias, o un minuto en blanco…

–          Además, el momento arte. Y eso lo pongo en palabras de Hernán Casciari en Orsai: “escribo el nombre de las canciones con buena letra azul de imprenta”. Y Dani Cabezas, de nuevo: “como si todavía siguiese invirtiendo un largo rato en decorarlas con rotuladores de colores”. Había que escribir los grupos y los nombres de las canciones bien, con buena letra, que se entendiese.

Luego está lo común a los CDs de varios: pensar. Pensar en para qué quieres ese varios. Pensar en qué le puede gustar a la persona a la que le haces el varios. Joder, este tipo de cosas no se pueden hacer por las buenas. Y cito a Nick Hornby:

“To me, making a tape is like writing a letter — there’s a lot of erasing and rethinking and starting again. A good compilation tape, like breaking up, is hard to do. You’ve got to kick off with a corker, to hold the attention (I started with «Got to Get You Off My Mind», but then realized that she might not get any further than track one, side one if I delivered what she wanted straightaway, so I buried it in the middle of side two), and then you’ve got to up it a notch, or cool it a notch, and you can’t have white music and black music together, unless the white music sounds like black music, and you can’t have two tracks by the same artist side by side, unless you’ve done the whole thing in pairs and… oh, there are loads of rules” (Nick Hornby, High Fidelity)

Porque una cinta no es una mera suma de canciones. Es un espíritu. Es un poco lo que decía Georg Lúkacs sobre la conciencia del proletariado: “Esa conciencia [de clase] no es, pues, ni la suma, ni la media de lo que los individuos singulares que componen la clase piensan, sienten, etc.” (Historia y conciencia de clase). Frikada pedante aparte, creo que ilustra bien lo que quiero decir. En fútbol, los titulares de un equipo no son la conciencia del equipo. El equipo es algo por encima. Que parte de todos, y es parte de la suma de todos. Lo mismo: una mixtape, cuando está bien hecha, tiene un espíritu, y este espíritu combina el autor, para quién o qué está hecho, las canciones, etc. Y, además:

“The process of making a mix tape gave people a connection with music that the electronic version simply can’t replace. Because it is so easy to drag and click a mix into existence, the sense of satisfaction with making what many feel is a work of art gets diminished.” (Joel Keller, ‘PCs killed the mix-tape star’)

Ahora, se pone el iPoZ/MP3 en aleatorio… y el algoritmo famoso hace el trabajo. Ahora si quieres una canción la consigues, sin más. Ahora listas en Spotify si quieres hacer un varios a alguien. Ahora para que los colegas te pasen música basta con colgar canciones en el muro en Facebook (y yo el primero).

“Yes, making a mix tape required a level of commitment that just isn’t necessary in our precise-copy, drag and drop, click and burn world.” (Max Mobley, ‘Requiem for the Mixtape’).

Sonaban mal. Se atascaban. Se perdían. Se tardaba en hacerlas.

Pero de cuando en cuando se echan de menos.

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Justo hoy que escribo esto, la compañía Sony ha decidido dejar de fabricar el famoso walkman. Día triste. (El País, The Guardian)

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TOP 5: Cinco tranquilitas

En una nueva entrada de Top 5, cinco canciones tranquilitas que me están gustando especialmente estas últimas semanas:

5.- Elvis Perkins, ‘While you were sleeping’. Sí, el hijo de Anthony.

4.- Beirut, ‘Postcards from Italy’. También hay versión de Florence & The Machine.

3.- Joe Purdy, ‘Wash Away’. Que aparece en el tercer episodio de Lost.

2.- Anni B. Sweet, ‘Take on me’. Tras la ‘literal version‘ del temazo de A-Ha, versión de la malagueña Anni B. Sweet.

1.- Manel, ‘Gent Normal’. Versionaca de ‘Common People‘ de PULP, y que conocí… la semana pasada. Pero llevo toda la semana escuchando la canción sin poder parar. Y fue utilizada para la campaña del FC Barcelona para esta temporada.

¡Que tengáis buen fin de semana!

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Absolute Madness (by Johnny Lake @ The Sabotage Times)

Y sigo copia que te copia. Esta vez, Absolute Madness, aparecido en The Sabotage Times.

 

Hey you, don’t watch that, watch this. This is a handful of the very best Madness songs. An appreciation of the pop greats who never took themselves seriously yet churned out hits for fun.

Narh, narh, narh. Narh, narh, narh, narh, narh, narh. They were great weren’t they? Madness I mean. They were though weren’t they? Its 12.55 a.m. Monday morning, I’m up for work in five hours, I sat here in the living room watching old Madness videos on Youtube. Why?

Sunday morning I had a big brunch date with my three favourite girls. My daughters. We were stood outside Raymonds in Montclair with all the other would be diners, MSU hipsters, Manhattan office working commuters, families and pensioners, waiting for our table – twenty minutes sir, these girls all yours? They’re adorable – watching the world go by. The girls, smiled at babies, played tag and commented on a passing greyhound,’ I hope it’s a dog that’s been rescued,’ my eldest enquired in a concerned tone.

It was one of those perfect early Autumn mornings, glorious sunshine but a little nip in the air. Great weather for a thick shirt or maybe a jumper. I saw one chap in a North Face fleece but he was just being daft. The twins were getting a bit restless, bored even. Twenty minutes seems like an age when you’re eight, I’ve no doubt. Especially when you’re waiting to eat pancakes. Out of the blue, The Dude (one of my kid’s nicknames) started up, ‘Hey you, don’t watch that watch this. This is the heavy, heavy monster sound…’ Everyone within earshot grinned or laughed out loud.

Madness can do that though can’t they? Even after 31 years, ‘One Step Beyond’ can cheer you up. It can, believe me. They had great tunes didn’t they? And the lyrics – admittedly the afore mentioned ‘One Step Beyond’ and ‘The Return Of The Los Palmas Seven’ were a bit what you might call sparse in that department – were amazing. Little insights into another, yet strangely familiar, world. If Ray Davies had written ‘Our House’ or ‘Embarrassment’… How could you take Suggs seriously when he didn’t appear to take himself seriously? But never mind all that. It was the videos wasn’t it? It was. I can’t think of another band that embraced the medium so fully. They were brilliant. They are brilliant. They draw you in. They make you smile. And they get you tapping your toe.

You doubt me? Ladies and gentlemen, boys and girls, children of all ages, might I present, in no particular order, for your musical and visual entertainment, seven five* of the greatest videos you will ever see.

House Of Fun


Our House

It Must Be Love

Baggy Trousers *

One Step Beyond

 

* Seven in the original entry.

** I’ve put ‘Baggy Trousers’ instead of… ‘Uncle Sam’, ‘Shut Up’ or ‘Tomorrow’s Just Another Day’

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